jueves, 29 de abril de 2010

Homofobia

El artículo que escribí de forma irónica sobre la homofobia no ha sido lo suficientemente claro y ha dado lugar a diferentes interpretaciones, por lo que he decicidido retirarlo y sutituirlo por esta explicación.
La idea que pretendía transmitir era llamar la atención sobre algunas actitudes, aparentemente tolerantes, que creyéndose bienintencionados en realidad insultan de la forma más cruel.
Para ello, utilicé el recurso de invertir la situación, tal como hemos hecho en las representaciones sobre la violencia de género.
Lamentablemente, no he conseguido el objetivo pretendido, así que rectifico y lamento haber confundido o asustado a algunos lectores.
La homofobia es, en esencia, una forma de violencia machista, que en lugar de dirigirse contra las mujeres se dirige contra los homosexuales. Es habitual en grupos de derecha, especialmente en los vinculados a visiones integristas de la religión (de varias religiones). Este es el caso de países como Arabia Saudí, Pakistán, Irán, pero también de países mucho más cercanos, como Polonia, Lituania o el Vaticano.
Por diferentes motivos, los homosexuales sufren persecución y violencia en otros países como China, Brasil o Cuba.
Cada persona tiene derecho, en el ámbito de su libertad a vivir su sexualidad en la froma que prefiera siempre que respete a los demás y nadie puede juzgar a otro por este motivo. Tan legítima es una relación homosexual como una heterosexual y tan respetable es una como otra.
En España se han producido notables avances en este sentido, destacando la reforma legal que permite contraer matrimonio a cualquier pareja, independientemente de los sexos de sus componentes, pero aún queda mucho camino por andar, como pudimos comprobar viendo el debate que suscitó dicha reforma.
Por ello, hemos de permanecer alerta y no consentir que ninguna persona sea víctima de discriminación o acoso, denunciando y siendo infexibles con las actitudes homófobas.
Recordad que los derechos no nos los ha dado nadie. Los hemos conquistado y si abandonamos su defensa los perderemos a manos de los enemigos de la libertad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un par de datos sobre Cuba:
http://www.elnuevoherald.com/2010/03/11/672873/transexual-logra-la-felicidad.html

http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/cuba-aprueba-operaciones-cambio-sexo/csrcsrpor/20080607csrcsrint_3/Tes

http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&view=article&id=1631:ien-cuba-se-persigue-la-homosexualidad&catid=34

Si bien es cierto que en los comienzos de la revolución, a la homosexualidad se la consideraba como un comportamiento "desviado", ¿no ocurría exactamente lo mismo con EL RESTO DEL MUNDO? Y destacar ese dato, en Cuba el Estado sufraga los gastos de las operaciones de cambio de sexo, así que, me imagino, de que actualmente en Cuba la LGTB-fobia ya no es institucional, en todo caso, de parte de la población, como en el resto del mundo.

Anónimo dijo...

Me alegra saber que el artículo se basaba en la ironía, pero hay que abordar éstos temas con un poco más de prudencia. A más de uno el dichoso escrito le ha amargado la mañana.

Espero que sirva de precedente, y remueva un poco la conciencia soberbia y arrogante de quienes se permiten el lujo de rechazar y excluir a los demás por el simple hecho de ser diferentes. A personajes como éstos (los homófobos, fascistas, xenófobos y otros de la misma calaña) sí que debería darles verguenza ser como son, y mostrarse así públicamente.

Se ve que no saben lo que es un espejo, porque si alguna vez hubieran visto su imagen interior reflejada en alguno hubiesen sufrido un gran trauma que habría quebrado estrepitosamente su prepotencia hace bastante tiempo.

Saludos,
un alumno.