martes, 9 de febrero de 2010

"Canto al amor" Pablo de Tarso

Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que toca o unos platillos que resuenan. Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que traslade las montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque reparta todos mis bienes entre los pobres y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.

El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso; no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal; el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. (...) Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más grande de las tres es el amor.

"Canto al amor", de la Primera carta a los Corintios de San Pablo.

1 comentario:

Leo dijo...

En esa misma carta, San Pablo dice: "Las mujeres guarden silencio en la asamblea, no les está permitido hablar; en vez de eso, que se muestren sumisas. Si quieren alguna explicación, que pregunten a sus maridos en casa, porque está feo que hablen mujeres en las asambleas.
(1ª Corintios, cap.11 y 14))"

Del mismo autor:
"La mujer que escuche la enseñanza, quieta y con docilidad. A la mujer no le consiento enseñar ni imponerse a los hombres; le corresponde estar quieta, porque Dios formó primero a Adán y luego a Eva. Además a Adán no lo engañaron, fue la mujer la que se dejó engañar y cometió el pecado.
(1ª Timoteo, cap.2 y 3)"

Todo un ejemplo de coeducación este Pablito.